Soy consciente de que para muchos
lectores terminaré por ser una rata de sacristía, un meapilas o cosa semejante,
hay muchas formas de denominar a quienes defienden lo que yo voy a defender y casi
ninguna agradable. Sé que es una postura impopular y que voy contra la
corriente social mayoritaria, sé que me convertiré en un apestado. Encantado de
la vida, oiga.
Tomo como excusa que la serie
española “Física o Química” ha sido vetada en Italia por inmoral (cierto, a la
tercera o cuarta temporada, lo que quiere decir que se ha hecho con criterio y
no precipitadamente) para referirme a toda la basura que las televisiones de
España nos han ofrecido durante años sin que nadie pestañeara. Defender la
moralidad, atacar la impudicia, criticar la marranada sexual o rechazar la
indecencia conlleva que a uno le cataloguen como bicho raro, cavernícola,
retrógrado y perlas así. Yo me pregunto si lo contrario es progresar. ¿Es
progreso ofrecer como normalidad social el sexo por el sexo, las relaciones
prematrimoniales sin más ni más, las relaciones homosexuales y el sexo entre
profesores y alumnos adolescentes de un instituto?
Pues esa inmoralidad, esa indecencia
y esa marranada, llámenme ustedes arcaico, nos ha sido proporcionada por Antena
3, la llamada televisión familiar, manda cataplines, aunque es del mismo calibre
que otras obscenidades (otra palabra en desuso) ofrecidas por otras cadenas.
Los españoles, algunos, yo no, han tomado esta basura como referencia habitual
una noche a la semana, como norma de comportamiento a emular, una especie de
evangelio adolescente y populachero que ha educado a varias decenas de miles de
preadolescentes, haciéndoles creer que era normal, bueno y saludable lo que la
tele les presentaba reiteradamente como normal, bueno y saludable.
Italia es un país hermano al que
nos parecemos grandemente; tiene nuestro mismo sistema de vida, tiene una
cultura y un idioma que han evolucionado de manera semejante a los nuestros, tiene
sus corruptos muy semejantes a los nuestros, tiene una economía muy semejante a
la nuestra… Pero no han perdido el sentido común, la decencia y la elegancia
familiares. Saben que hay imposibles que no pueden ser, por mucho que Antena 3
se empeñe en ofrecerlas como cosas sin importancia, comunes, lógicas y sanas. Y
las ponen a buen recaudo, donde no pueden dañar a sus miembros más indefensos, defendiendo
la decencia, oponiéndose a la indecencia, defendiendo la normalidad,
oponiéndose a la “casposidad”, defendiendo el respeto, defendiendo valores que
llevan milenios conviviendo íntimamente con las familias.
En España nos hemos creído que
cuanto más rompiéramos con un pasado del que nos avergonzamos, que cuanto más
progres fuéramos, que cuanto más sexualizados estuviéramos, que cuanto más nos
acostáramos unos con otros hasta llegar a un supuestamente glorioso totum
revolutum sexual “más mejor” y más “chupiguay” seríamos. Hemos fundido todos
los valores de dignidad, de ética y de respeto que hemos heredado de nuestros
padres y los hemos mandado a la basura. Ha venido Italia a tocarnos en el
hombro y llamarnos marranillos.
Ah, por cierto, en Italia acusan
a la serie de representar “la España de Zapatero”. No es cierto, es sólo
España, la que nos hemos hecho. La que nos hemos dejado hacer callando para que
no nos llamaran carcas, el peor insulto que se puede dirigir a un español. Por
cierto, última hora: Suspenden al directivo de la Rai que promovió 'Física o
Química': Carlo Freccero ha sido sancionado con 10 días de
empleo y sueldo por haber faltado a la "corrección y buena fe”.
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