Si hay víctimas a las que los
demócratas deberíamos compadecer y apoyar (sí, claro, a todas) es a las
víctimas del miedo. Tener que salir de tu pueblo para que no te maten o porque
te han matado a alguien es gravísima consecuencia de la maldad política. Se
llama dictadura, exterminio, persecución.
Tradicionalmente se acusa de
estas prácticas a las dictaduras de derechas; fascistas o nazis son por antonomasia
los calificativos que reciben quienes acumulan sobre sus espaldas tamaña inmoralidad.
Sin embargo hay en la historia de la perversión humana tantos regímenes crueles
y perversos de izquierdas como de derechas… sin que nadie se me ponga a echar
cuentas, claro. Sólo pensar en Cuba, Corea del Norte, la Unión Soviética y sus
países satélites da para buscar otros adjetivos.
Y en Euzkadi, claro. Allí las
fuerzas radicales independentistas han expulsado de sus casas a decenas de miles
de ciudadanos que habían cometido el pecado de no pensar como los demás… de
pensar por cuenta propia, claro, y de votar por cuenta propia… contra lo que
pensaban sus vecinos o compañeros de trabajo. Son exiliados políticos, víctimas
de la corrección política imperante, a los que todos los demócratas deberían
apoyar pues apoyándoles se apoya la Democracia y todos sus valores políticos
superiores. Ah, y se combate a quienes desarrollan estas tareas fascistas o
nazis a las que antes me refería… ¿O podríamos decir leninistas o estalinistas?
Estos exiliados vascos no pueden
elegir al alcalde de su pueblo porque las amenazas se lo impiden, no pueden
elegir a sus representantes porque los antidemócratas se lo han propuesto. ¿Si
usted fuera demócrata a quién apoyaría? Pues el PNV, partido del que la mayoría
opina que es demócrata, no lo hace. Para él son más importantes los intereses electoralistas
propios que los intereses generales de la democracia.
Que quienes se han visto
obligados a exiliarse recuperen los derechos de los que ese exilio les ha
privado es tarea obligatoria para todos los demócratas, excepto para los del PNV.
2 comentarios:
Lo de los 200.000 exiliados no es cierto y este artículo lo demuestra:
http://arabatik.wordpress.com/2011/10/28/la-gran-mentira-de-los-200-000-exiliados-vascos/
El problema es que algunos quieren hacer pasar por exiliados a muchas personas que estuvieron de paso en el País Vasco por motivos laborales y que no fueron amenazadas por ETA, pero se les quiere incluir en ese censo con la esperanza de falsear el resultado electoral.Lo que habría que hacer es posibilitar que los que han sido amenazados de verdad puedan regresar al País Vasco, y en todo caso los que se empadronen en el País Vasco no deberían poder votar en otra comunidad. No se puede votar en dos comunidades autónomas a la vez, lo contrario sería un fraude.
También me gustaría que de vez en cuando escribieras algún artículo sobre los millones de castellanos a los que los sucesivos gobiernos españolistas han estado condenando al hambre y la emigración.
Desconocido lector, el de los castellanos exiliados, que producen riqueza y pagan impuestos fuera de Castilla, es uno de mis temas más frecuentemente tratados. Mis saludos
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