Palencia es una emoción:

16 diciembre 2014

Algo tiene la derecha que se vuelve tonta.

Algo tiene el poder, y más cuando asoman dos elecciones a menos de un año, que los desorienta. Dice Rajoy que ya no hay crisis, que sanseacabó, que España pronto va a volver a ser Jauja. Algo tiene la derecha que se vuelve tonta, que no ve que solo si atendemos a los datos macro económicos es posible que sea así, pero que detrás de este éxito (Cuando llegue…, de momento la luz de final del túnel puede ser una triste luciérnaga) que detrás de este éxito hay millones de españoles en el paro, hay miles de desahucios, hay inversiones en Educación o Sanidad no realizadas y hay decenas de miles de españoles que han de trabajar en el extranjero para tener un lugar donde caerse muerto.

Pero, si me permiten añadir, lo que más me duele es la generación de jóvenes sin futuro que tenemos detrás de nosotros y la cantidad de padres de familia que sobreviven con míseros sueldos imposibles de estirar hasta fin de mes… duele imaginar la miseria económica que se esconde en algunos hogares en los que comprar los libros de la escuela es un milagro económico del tamaño de la multiplicación de los panes y los peces.

Sí, sí, es posible que para decir esto Rajoy tenga más razones que aquel infeliz de León que vio brotes verdes en el pedregal desértico que atravesábamos entonces. Pero cierto es que arrancamos desde mucho más atrás, con mucho más paro, con mucha mayor desinversión en Educación, en Sanidad, en obras públicas y con una España a medio desindustrializar. Que Rajoy se acuerde ahora de sus brotes verdes supone olvidar una realidad dramática porque a él le conviene políticamente, supone un menosprecio a todos los que mendigan un trabajo por las diversas oficinas de empleo, a los ingenieros de caminos, canales y puertos que están en Alemania en una cadena de montaje de batidoras, a todos los camioneros que hacen jornadas de doce horas.

Pero sobre todo es una ofensa a la realidad, a miles de padres con sueldos de seiscientos euros al mes, a miles de maestros, médicos y enfermeros jubilados cuyo puesto de trabajo no se repone. Algo tiene la falsa derecha española que se olvida de la importancia de lo social, que deja expedito el camino de la justicia social a los parias a la izquierda podemista, a la izquierda asilvestrada que tiene en Maduro un líder, en Castro un ejemplo y en Granma un modelo, a la izquierda que hoy nuevamente se preguntaría, con las manos en la cabeza, “¿Libertad para qué?


Algo tiene la postiza derecha española cuando no sabe retener el poder. Algo tiene el poder que los desorienta. Algo tiene el poder que los hace mimetizarse con el paisaje. Con la oposición. Algo tiene la falsa derecha española que no sabe dónde meterse. Salvo en Suiza. Algunos, quiero decir.

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