No he sido nunca demasiado dado a
confiar en los estereotipos, no me atrevo a decir que nunca me hayan influido
pero sí me siento refractario a ellos, más cuanta más experiencia acumulo.
Sin embargo especialmente en
política nos vemos rodeados de ellos: Izquierda y sensibilidad social; derecha
y españolismo. Con una vez al mes que se hojearan los periódicos se podría caer
en la cuenta de la insensibilidad social de la izquierda que desviaba fondos en
Andalucía para beneficio propio o del nacionalismo de pacotilla de quienes
huyen a Suiza con el producto de su latrocinio.
Hay sin embargo algunos de esos
estereotipos que si pueden más fácilmente parecer acertados. La aparentemente
mayor insensibilidad social de la derecha, por ejemplo. Si me permiten el
ejemplo irónico, la ley de desahucios fue del gobierno socialista de Zapatero,
y sin embargo cuando más casos y más llamativos se han dado ha sido con el
gobierno de Rajoy. Eso también es, me parece, debido a una mejor organización
social de las masas de izquierdas, más concienciadas y más dispuestas al
activismo. Insisto en que todo esto muchas veces es, subjetivo e interpretable.
Sin embargo la derecha española,
generalmente bastante torpe, con mala comunicación pública, ganaría mucho más
si tuviera una mayor preocupación social y se interesara viva y directamente
por los más desfavorecidos. No se me ocurre una sola idea de derechas que pueda
ser opuesta a esto, pero allá ellos y sus limitaciones. Quitarían a la izquierda
la bandera de la defensa de lo social.
Es la izquierda la que vende este
producto de cara a las masas, de cara a los medios y de cara a las elecciones.
Y hasta estoy seguro de que hay mucho de verdad en ese interés general de la
izquierda. Es ahora la izquierda griega, los más radicales de Tsipras, los que
se proponen garantizar a los griegos más desfavorecidos una serie de
condiciones mínimas de calidad de vida. Luz, techo, comida y sanidad aseguradas
por el mero hecho de ser ciudadanos. No, no, no me pregunten de dónde va a
sacar ese dinero un país en la más absoluta bancarrota, que ese es otro cantar…
otro cantar casi imposible de realizar.
Pero a mí me parece que es bueno
–aunque muy posiblemente ya sea demasiado tarde para los helenos- que determinadas
mínimas garantías sean consideradas tan imprescindibles como los derechos
humanos. ¿No deberían tener todos los ciudadanos garantizado un techo
simplemente por ser seres humanos? Sé cuánto hay de demagogia en las
pretensiones del gobierno griego, pero si esto se hubiese defendido hace
decenios quizá no habrían llegado al pozo en el que se encuentran.
Me temo que será prácticamente
imposible que en la actual debacle pueda llevarse a cabo, pero medidas de este
tipo no tienen nada de socialistas y mucho de humanitarias. ¿Por qué la derecha
española no se adelanta y esboza este tipo de ayuda a los más desvalidos?
En Grecia la bandera del
nacionalismo no la ha llevado nunca la derecha, sino la izquierda, como se está
viendo actualmente. No, no me fío de los estereotipos sociales o políticos, pero hay veces que sí me parece
que se cumplen… porque algunos no se movilizan para evitarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario