Palencia es una emoción:

16 diciembre 2015

La dulce campaña de Podemos

A un observador con perspectiva le sorprende la campaña plácida y serena con que están obsequiando sus rivales a Podemos. Uno tiene la sensación de que por algún motivo nadie quiere ser duro y firme con un partido radicalmente comunista. Quizá porque simplemente presentarlo como comunista a esta sociedad española supone colocarse en el lado de los intolerantes. Si alguien acusa a otro de ser comunista, lejos de marginarle se automargina porque pasa a ser facha. España es así.

Evidentemente a todos menos al PSOE les interesa un Podemos fuerte que robe poder por la izquierda. Tanto a PP como a Ciudadanos les interesa un PSOE débil, que tenga limitado acceso al poder, que se vaya diluyendo en la nada. Si el PSOE es segundo podría gobernar con Podemos, en el famosos pacto de perdedores, si PODEMOS es segundo ¿le apoyaría el PSOE para gobernar?

Sea como sea nadie parece querer recordar con suficiente fuerza la relación que hay entre este partido y los supermercados vacíos de Venezuela, entre la represión a los opositores y la asesoría podemita al régimen bolivariano. Simplemente con aludir en los mítines a esa relación o a las inmensas colas para comprar papel higiénico se irían descolgando los votantes de Podemos con cierta capacidad de pensar. Repasar las imágenes de Hugo Chávez repitiendo “Exprópiese, exprópiese” podría también ayudar.

Los grandes rivales demócratas ocultan por razones que se me escapan las declaraciones de Pablo Iglesias reclamando una prensa “moderada” por el Estado, es decir censurada. ¿En una democracia? Y silencio cómplice se llama a lo que algunos están haciendo con los tuits de Íñigo Errejón tuiteando insultos a las fuerzas del orden, las mismas que necesitarán para mantenerse en el poder.

Poner en su sitio, como falsos demócratas y peligrosos dictadores, a quienes van a llevarse buena parte del pastel electoral español parece ser inconveniente, nadie tiene tiempo o interés en ello. Los insultos impropios de Pedro Sánchez a Rajoy sí parecen venir a cuento, sí son admisibles; alertar de peligro de bolivarizar España no.

España mañana será chabacana, con líderes sucios que odian guardar las formas de respeto y educación tradicionales, y marginal, con líderes que nos arrancarán de nuestros orígenes económicos y culturales para acercarnos a las dictaduras sudamericanas, esas que cuando eran de derechas eran repugnantes pero cuando son de izquierdas son de abrazo y beso de tornillo.


Les están proporcionando una campaña electoral entre algodones, sin críticas, sin voluntad de poner frente a la sociedad sus deficiencias democráticas o sus carencias económicas. ¿O les tienen miedo? Mientras entre los demás se insultan y se menosprecian evitan cantarles las verdades del barquero a los podemitas. Se van a llevar bajo el brazo buena parte del futuro de España, referéndums de autodeterminación incluidos, y les están jaleando y riendo las gracias. ¿Lo pagaremos?

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