Yo sé que lo de Cataluña es muy
preocupante, que está todos los días en los informativos, que es un atraco a
mano armada, que usted o su vecino del tercero izquierda ha colgado la bandera
de España porque piensa que los derechos de todos los españoles están siendo
pisoteados… y… Y yo también estoy preocupado. Hacemos bien en preocuparnos
porque es el bien de todos.
Pero estar interesados por este
grave asunto no debería distraernos de otros problemas, igualmente graves pero
mucho más próximos. Tan “nuestros” y tan relevantes pero infinitamente más inmediatos
en el tiempo y en el espacio. Nos van a cerrar una de las pocas formas de
entrada de dinero, de subsistencia, de la provincia de Palencia. La Térmica de
Velilla. Somos una provincia con escasa industrialización. Muy escasa. Si quita
usted esa importante multinacional del automóvil y sus industrias auxiliares nos quedamos
solo con el campo. El duro campo castellano. Duro y seco, este año
especialmente seco.
Así, sin buscar ni en mis papeles
ni en mi memoria me viene a la cabeza el día en que se llevaron Fontaneda de
Aguilar. O cuando cerraron la azucarera de Monzón, y nos llenaron de bellas
promesas de sustitución industrial. Incumplidas, claro. O cuando se llevaron la
azucarera de Venta de Baños y nos pintaron un futuro fabril de color rosa
fosforito. Todo falso, de nuevo. O cuando de nuevo en mi Venta de Baños natal,
sumergieron una de las más importantes estaciones de España en un proceso de
decaimiento hasta convertirla en un apeadero. Otra tomadura de pelo.
Yo sé que lo de Cataluña es muy
preocupante, que es un atraco a mano armada, que usted o su vecino del tercero
izquierda ha colgado la bandera de España porque piensa que los derechos de
todos los españoles están siendo pisoteados… y… Y yo también estoy preocupado
pero además estoy profundamente irritado con estas otras cosas que me tocan
también muy de cerca, que me tocan también la sensibilidad, que me tocan
también mis sentimientos más viscerales. Pero nadie reacciona. Nadie reacciona
al pasar por los vacíos polígonos industriales de Magaz o de Baltanás. Nadie
reacciona al pasar por pueblos que fueron los primeros de España, Paredes de
Nava, por ejemplo. Nadie reacciona ante la lenta decadencia de Tierra de
Campos, de la Montaña…
Yo sé que usted puede estar
pensando que eso es cosa de los políticos, es posible. Pero usted bebe con ansia
todos los informativos sobre Cataluña, va al bar y discute de ello y cuando
esta navidad se reúna con los cuñados ¿de qué va a hablar? Pues eso. Ah, sí y
de fútbol, cómo se pone usted cuando pierde el… o el… ¿Y todo lo que ha largado
por esa boquita acerca de los colores de la camiseta de la selección nacional? Si
es que tenemos nación, que ya veremos cómo acaba esto cuando acabe…
Sí, puede que esto sea cuestión
de los políticos, pero no de nuestros políticos. Quiero decir…, el abandono a
que estamos sometidos, la despoblación, la desindustrialización, supera las
competencias de unos ayuntamientos preocupados por el día a día, o de una Diputación
que hace lo que puede con el dinero y las capacidades que tiene. No, no me vean
salvando a unos políticos porque sí, me da igual el color de la chaqueta que
vistan. Algún día les hablaré de un político palentino, furibundo y radical nacionalista
hasta hace unos años y ahora cargo electo por un partido antinacionalista. Algún
día… Pero estaba diciendo que lo de las chaquetas que vistan da igual. Que el
problema les supera. Y que usted que ha
colgado la bandera de España por una causa noble solo se encoge de hombros y se
resigna por otra causa igualmente noble pero más cercana e inminente.. Ya,
claro, en el telediario esto no sale, bueno, lo nombran de pasada y luego se
van a lo de la camiseta de la selección. Los políticos, allá, tan lejos, no mueven
una mano salvo si están en la oposición. Y la única mano que vale para esto es
la que firma el Boletín Oficial del Estado. Ninguna empresa procedente de Cataluña
ha venido. Al contrario, lo poco que hay se lo quieren llevar, a veces, como
ahora, al limbo.
Hala, señores, con Dios.
Resignada y mansamente, hasta la semana que viene. Somos lo que somos porque no
salimos en el telediario, porque nos encogemos de hombros.
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