Aquí nadie es más que nadie, por mucho que los egoístas, insolidarios y prepotentes catalanistas se empeñen y Rodríguez (como antes el fatuo chusco profesor de Georgetown) se lo conceda. O tal vez el equivocado sea yo, que me lo digan los socialistas palentinos, que me lo diga su secretario general.
En el momento en que empiezo este artículo en el Parlamento de Cataluña tienen armada una muy gorda con su nuevo Estatuto y es imposible adivinar lo que estará pasando hoy viernes, cuando se supone que se esté votando. Los nacionalistas catalanes con Maragall, el de la doble moral, a la cabeza han decidido que ellos son una nación. Y Rodríguez decidió en su día aceptar lo que saliera del Parlamento catalán tal y como saliera del Parlamento catalán.
Que me digan los socialistas palentinos qué piensan, que me lo diga su secretario general, que se mojen sus/nuestros parlamentarios. Que no me basta con saber que les gusta el Salón hecho un erial, que no me basta saber que no tienen una solución para la calle Jardines, que no me basta saber que se han empeñado en construir campos de golf en el secarral de Tierra de Campos. Que me digan por qué es justo aceptar el maragalliano sistema de financiación para Cataluña y no para Castilla.
Aquí nadie puede ser más que nadie, que me expliquen los socialistas palentinos, su secretario general, qué es eso de los derechos históricos; que nos cuenten a todos alto y claro, si de Historia se trata en qué nos llevan ventaja los catalanes a los castellanos. Que nosotros fuimos independientes, tuvimos reyes, cortes, fueros, embajadores, ejército y libertades. Y a todo renunciamos generosamente en nombre de España. Y el 99’99 %, todos salvo una ínfima minoría desconectada de la realidad, nos sentimos orgullosos de pertenecer a una España cuyos Gobiernos, los que sean, no nos tienen en cuenta y nos discriminan. ¿Será porque no ponemos al Gobierno en un brete, será porque no decimos eso de “El Estado Español”, será porque nunca nos rebelamos nos hagan lo que nos hagan, será por eso, digo, que nadie nos oye en una España que da la voz, la razón, el poder y la economía a quienes más la rechazan?
¿Será por eso que tenemos siempre cerradas las puertas del Poder? ¿Será por eso que somos cada vez menos y más viejos? ¿Será por eso que nadie nos hace caso con lo del Museo Marès? ¿Será por eso que se ríen de nosotros con lo del Archivo de Salamanca? ¿Será por eso que no pintamos nada en la España socialista como nada pintamos en la de Aznar?
Yo quiero que los socialistas palentinos, sus procuradores, diputados y senadores, nos expliquen si conocen las propuestas de financiación de Maragall, el de la doble moral. ¿Por qué callan ante el debate abierto para la financiación autonómica? Hasta ahora los sistemas de financiación de Castilla y León han permitido la competencia desleal de los regímenes forales de País Vasco y Navarra, lo que ha dotado de forma insuficiente nuestra Educación y Sanidad, y han sido incapaces de superar nuestro atraso en infraestructuras. Un sistema justo debe compensar la despoblación, el envejecimiento y la dispersión de nuestra población. Una financiación justa debe tener en cuenta la intensa emigración padecida o nuestra función en la producción de energía, agua, ahorro financiero o materias primas... para el progreso de otras comunidades y que nunca nos ha sido compensado ni ha servido para nuestro desarrollo.
¿Qué piensan de todo ello los socialistas palentinos que callan, obstinada, tenaz e imperturbablemente ante las acometidas de su colega (en el peor sentido moderno de la palabra) Maragall, el de la doble moral, con la anuencia expresa de Rodríguez? Están para defender nuestros intereses, se supone que cobran para ello. Que lo hagan. O que se vayan.
¿... Aquí nadie es más que nadie?
En el momento en que empiezo este artículo en el Parlamento de Cataluña tienen armada una muy gorda con su nuevo Estatuto y es imposible adivinar lo que estará pasando hoy viernes, cuando se supone que se esté votando. Los nacionalistas catalanes con Maragall, el de la doble moral, a la cabeza han decidido que ellos son una nación. Y Rodríguez decidió en su día aceptar lo que saliera del Parlamento catalán tal y como saliera del Parlamento catalán.
Que me digan los socialistas palentinos qué piensan, que me lo diga su secretario general, que se mojen sus/nuestros parlamentarios. Que no me basta con saber que les gusta el Salón hecho un erial, que no me basta saber que no tienen una solución para la calle Jardines, que no me basta saber que se han empeñado en construir campos de golf en el secarral de Tierra de Campos. Que me digan por qué es justo aceptar el maragalliano sistema de financiación para Cataluña y no para Castilla.
Aquí nadie puede ser más que nadie, que me expliquen los socialistas palentinos, su secretario general, qué es eso de los derechos históricos; que nos cuenten a todos alto y claro, si de Historia se trata en qué nos llevan ventaja los catalanes a los castellanos. Que nosotros fuimos independientes, tuvimos reyes, cortes, fueros, embajadores, ejército y libertades. Y a todo renunciamos generosamente en nombre de España. Y el 99’99 %, todos salvo una ínfima minoría desconectada de la realidad, nos sentimos orgullosos de pertenecer a una España cuyos Gobiernos, los que sean, no nos tienen en cuenta y nos discriminan. ¿Será porque no ponemos al Gobierno en un brete, será porque no decimos eso de “El Estado Español”, será porque nunca nos rebelamos nos hagan lo que nos hagan, será por eso, digo, que nadie nos oye en una España que da la voz, la razón, el poder y la economía a quienes más la rechazan?
¿Será por eso que tenemos siempre cerradas las puertas del Poder? ¿Será por eso que somos cada vez menos y más viejos? ¿Será por eso que nadie nos hace caso con lo del Museo Marès? ¿Será por eso que se ríen de nosotros con lo del Archivo de Salamanca? ¿Será por eso que no pintamos nada en la España socialista como nada pintamos en la de Aznar?
Yo quiero que los socialistas palentinos, sus procuradores, diputados y senadores, nos expliquen si conocen las propuestas de financiación de Maragall, el de la doble moral. ¿Por qué callan ante el debate abierto para la financiación autonómica? Hasta ahora los sistemas de financiación de Castilla y León han permitido la competencia desleal de los regímenes forales de País Vasco y Navarra, lo que ha dotado de forma insuficiente nuestra Educación y Sanidad, y han sido incapaces de superar nuestro atraso en infraestructuras. Un sistema justo debe compensar la despoblación, el envejecimiento y la dispersión de nuestra población. Una financiación justa debe tener en cuenta la intensa emigración padecida o nuestra función en la producción de energía, agua, ahorro financiero o materias primas... para el progreso de otras comunidades y que nunca nos ha sido compensado ni ha servido para nuestro desarrollo.
¿Qué piensan de todo ello los socialistas palentinos que callan, obstinada, tenaz e imperturbablemente ante las acometidas de su colega (en el peor sentido moderno de la palabra) Maragall, el de la doble moral, con la anuencia expresa de Rodríguez? Están para defender nuestros intereses, se supone que cobran para ello. Que lo hagan. O que se vayan.
¿... Aquí nadie es más que nadie?
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