Nunca he estado muy seguro de que este empeño en recuperar la memoria histórica valiera la pena. Cuando la Constitución hubo un acuerdo general en olvidar y perdonar. Pareció que con UCD y con los gobiernos de Felipe González y de Aznar todo ello seguía en pie. Y en estas llegó Zapatero y mandó revisar....
Entiendo que haya muchos españoles que se sientan agraviados con padres o abuelos “ajusticiados” por el bando franquista, hijos o sobrinos de aquellos que levantaron con su sudor, su sangre y su vida el Valle de las Caídos, por poner ejemplos.
No sé si esto, después de tantas decenas de años, tiene algún sentido, no puedo saber si a los herederos de aquellas víctimas les sirve de algo, si con ello sienten su honor resarcido, quizá porque mi padre que estuvo a punto de ser “paseado” pudo librarse, más tarde caer herido en la batalla del Ebro, curarse y engendrarme. No sé si con esta actividad reivindicativa tiene alivio su justo dolor... setenta años después. Tampoco sé cuánto afán de revancha hay en alguno, cuánto “ahora es la mía”, ni siquiera sé cómo no se intentó esto mismo en los gobiernos socialistas de Felipe González. ¿Por qué ahora, cuál es la diferencia con Zapatero?
Pero sí sé de sectarismo, sí sé de parcialidad y de imparcialidad, sí sé de equilibrio y de Justicia, sí sé de correspondencia. Y sé que ambos bandos fueron crueles e inhumanos con los contrarios, que en ambas retaguardias las disidencias estaban perseguidas y cobradas con pena de muerte. Lo que sí sé que si el Estado tiene que pedir perdón por unos lo tendría que pedir por todos, incluida la persecución religiosa, los asesinatos de sacerdotes por el mero hecho de serlo, la violación de monjas, la quema de iglesias, tanta destrucción, tanto dolor, tanto fuego aterrador. Lo que sí sé es que si vamos a recuperar la memoria histórica habría que recuperar toda la memoria, todas las memorias, sin parcialismo, sin parcialidad, ninguna es mejor que las otras.
Ni siquiera sé si este empeño no nos traerá otras complicaciones, otros recuerdos, otras reivindicaciones y más tarde otras y otras en una cascada de acontecimientos que nos lleve hacia atrás en el túnel del tiempo histórico.
Dudo, luego existo.
Entiendo que haya muchos españoles que se sientan agraviados con padres o abuelos “ajusticiados” por el bando franquista, hijos o sobrinos de aquellos que levantaron con su sudor, su sangre y su vida el Valle de las Caídos, por poner ejemplos.
No sé si esto, después de tantas decenas de años, tiene algún sentido, no puedo saber si a los herederos de aquellas víctimas les sirve de algo, si con ello sienten su honor resarcido, quizá porque mi padre que estuvo a punto de ser “paseado” pudo librarse, más tarde caer herido en la batalla del Ebro, curarse y engendrarme. No sé si con esta actividad reivindicativa tiene alivio su justo dolor... setenta años después. Tampoco sé cuánto afán de revancha hay en alguno, cuánto “ahora es la mía”, ni siquiera sé cómo no se intentó esto mismo en los gobiernos socialistas de Felipe González. ¿Por qué ahora, cuál es la diferencia con Zapatero?
Pero sí sé de sectarismo, sí sé de parcialidad y de imparcialidad, sí sé de equilibrio y de Justicia, sí sé de correspondencia. Y sé que ambos bandos fueron crueles e inhumanos con los contrarios, que en ambas retaguardias las disidencias estaban perseguidas y cobradas con pena de muerte. Lo que sí sé que si el Estado tiene que pedir perdón por unos lo tendría que pedir por todos, incluida la persecución religiosa, los asesinatos de sacerdotes por el mero hecho de serlo, la violación de monjas, la quema de iglesias, tanta destrucción, tanto dolor, tanto fuego aterrador. Lo que sí sé es que si vamos a recuperar la memoria histórica habría que recuperar toda la memoria, todas las memorias, sin parcialismo, sin parcialidad, ninguna es mejor que las otras.
Ni siquiera sé si este empeño no nos traerá otras complicaciones, otros recuerdos, otras reivindicaciones y más tarde otras y otras en una cascada de acontecimientos que nos lleve hacia atrás en el túnel del tiempo histórico.
Dudo, luego existo.
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