A veces uno no entiende nada. A veces uno entiende menos. Y cuando se trata de entender a los votantes uno puede que lo entienda todo. Qué más nos dan las cosas, para qué vamos a ponernos a pensar, mientras no nos toquen el bolsillo, mientras la economía vaya bien. Nada importa nada, salvo llegar al verano que viene con suficiente dinero para poder irnos al Caribe, a uno de esos hoteles donde te colocan una pulserita y tienes todo gratis durante una semana. Una semana sin salir del hotel, playa, restaurante, habitación, playa, restaurante, habitación, playa, playa, restaurante, habitación, playa, restaurante, habitación. Y mientras podamos mantener tan intelectual tren de vida todo lo demás nos da igual.
Y es que hoy me han sorprendido dos notas de la actualidad que los votantes dejarán pasar una vez más con estúpida indiferencia. Y no puedo dejar de preguntarme cómo es que me han sorprendido, qué ingenuo soy:
La primera: Unas declaraciones de Carme Chacón, nueva ministra por las gracias del dios: “Me esforzaré en corregir la tendencia centralista de las estructuras de la Administración”. La cita no es exacta, aunque sí el sentido de la expresión. Y cuando lo oí se me erizó el vello. Oiga, cuénteme qué es el centro tan privilegiado, ¿Madrid, que paga más impuestos que nadie? ¿Castilla, donde resisten los pueblos más envejecidos, abandonados, incomunicados y aislados de España? Más: ¿Y quién corrige la evidente tendencia catalanista de los últimos gobiernos y por lo tanto contrarios a los intereses de las demás regiones de España? ¿Y quién corrige a favor de los castellanos la evidente tendencia catalanista de los últimos gobiernos?
La segunda: Dice hoy el diario oficial del socialismo español que Zapatero basará su ofensiva electoral en ofertas sociales y gestos a Cataluña y al mundo de la Cultura. Doy por supuesto, como la economía nos seguirá dando para ir al Caribe el año que viene, que va a triunfar electoralmente, por lo que tendrá que cumplir estas promesas. Ni la más mínima objeción a las ofertas sociales, con mi dinero, y a los gestos al mundo de la Cultura. Pero.... ¿Gestos a Cataluña? ¿Más? Oiga, ¿y a mi pueblo cuándo? ¿Por qué, gestos a Cataluña? ¿No es una de las autonomías más adelantada económica y culturalmente? ¿No es una de las regiones más influyentes en la política de todos? ¿Cuándo se va a dignar usted pensar en los castellanos? Ya está bien, hombre, ya vale de discriminaciones dentro de los propios españoles. ¡¡Que se vaya a su casa, se encierre y tiren la llave de una puñetera vez!!
Y que nadie sea tan estúpido como para ver en mis palabras ningún sentimiento anticatalán, sino anticatalanista, claro. Son asuntos diferentes, ser anticatalán es una memez, ser anticatalanista es una postura política tan aceptable o rechazable como ser antisocialista o antipopulista.
Y es que hoy me han sorprendido dos notas de la actualidad que los votantes dejarán pasar una vez más con estúpida indiferencia. Y no puedo dejar de preguntarme cómo es que me han sorprendido, qué ingenuo soy:
La primera: Unas declaraciones de Carme Chacón, nueva ministra por las gracias del dios: “Me esforzaré en corregir la tendencia centralista de las estructuras de la Administración”. La cita no es exacta, aunque sí el sentido de la expresión. Y cuando lo oí se me erizó el vello. Oiga, cuénteme qué es el centro tan privilegiado, ¿Madrid, que paga más impuestos que nadie? ¿Castilla, donde resisten los pueblos más envejecidos, abandonados, incomunicados y aislados de España? Más: ¿Y quién corrige la evidente tendencia catalanista de los últimos gobiernos y por lo tanto contrarios a los intereses de las demás regiones de España? ¿Y quién corrige a favor de los castellanos la evidente tendencia catalanista de los últimos gobiernos?
La segunda: Dice hoy el diario oficial del socialismo español que Zapatero basará su ofensiva electoral en ofertas sociales y gestos a Cataluña y al mundo de la Cultura. Doy por supuesto, como la economía nos seguirá dando para ir al Caribe el año que viene, que va a triunfar electoralmente, por lo que tendrá que cumplir estas promesas. Ni la más mínima objeción a las ofertas sociales, con mi dinero, y a los gestos al mundo de la Cultura. Pero.... ¿Gestos a Cataluña? ¿Más? Oiga, ¿y a mi pueblo cuándo? ¿Por qué, gestos a Cataluña? ¿No es una de las autonomías más adelantada económica y culturalmente? ¿No es una de las regiones más influyentes en la política de todos? ¿Cuándo se va a dignar usted pensar en los castellanos? Ya está bien, hombre, ya vale de discriminaciones dentro de los propios españoles. ¡¡Que se vaya a su casa, se encierre y tiren la llave de una puñetera vez!!
Y que nadie sea tan estúpido como para ver en mis palabras ningún sentimiento anticatalán, sino anticatalanista, claro. Son asuntos diferentes, ser anticatalán es una memez, ser anticatalanista es una postura política tan aceptable o rechazable como ser antisocialista o antipopulista.
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