Rajoy en la cola del paro

Yo soy de los que dijeron que Rajoy debía estar en la cola del paro, pero en la de verdad, desde el día que Aznar le designó. Así lo llevo reflejando todos estos años en mi blog y en mis columnas. Sin embargo que se haya hecho ahora una tópica foto en una cola de verdad es una tontería insignificante. Una tontería para el entretenimiento general, que no aporta nada a Rajoy ni al PP y que sirve sólo para que hablemos de él. Aunque sea mal, como lógicamente está haciendo el PSOE.

A los políticos, a todos, les gusta una foto más que a mí un sanfrancisco. Es que sin un sanfrancisco al atardecer no soy nadie. Tampoco es que con él sea mucho, pero al menos sabe bueno y me entretiene mientras me lo preparo y me lo trinco. Pues eso, que un político sin una foto no es nadie, y con ella tampoco, pero nos entretiene, ya digo, y nos da materia para escribir. Desde que Arzallus se retiró esto de escribir se hace más cuesta arriba.

Las fotos son a los políticos como las galletas a Aguilar de Campóo. O como Frómista y Carrión de los Condes al Camino de Santiago: parte inexcusable. No lo voy a hacer, pero a poco que revuelva en la hemeroteca encontraría miles de fotos de políticos con niño en brazos. Hubo un candidato del PSOE a la junta de Castilla (y León, bueno) que era tan malo que hasta los niños le lloraban cuando les acariciaba para la foto. Terminaron arrinconándolo y poniendo a otro. A otros cuantos, tan inútilmente como se sabe.

Los socialistas tienen a sus espaldas un interminable álbum de recortes con fotos de todo tipo, al PSOE siempre se le ha dado bien la propaganda. Y la agitación. José Blanco, como Alfonso Guerra en su tiempo, es un maestro del agit-prop. En estos prerrepublicanos tiempos son cautivos de fotos pasándole la mano por la espalda a Don Juan Carlos o aplaudiéndole y riéndole con fruición y entusiasmo al mismo tiempo que aúpan el republicanismo ramplón y torticero de Roures, el multimillonario paria de la Tierra.

Para mí que el que tenía que haberse hecho la foto con los parados era Corbacho pero le ha sobrado sensatez. Así que en ese punto Rajoy ha dicho algo así como que “de perdidos al río, hagámonos la fotico con el hampa” y se ha prestado a tan incómodo y bobalicón juego que consiste básicamente en ponerse de diana de los dardos envenenados de Leire Pajín, la “bien pagá”.

Tan vacía de contenido, vana y escandalosa es la foto de Rajoy como las de las ministras del partido obrero luciendo vestidos de diseño en aquel posado tan poco socialista y tan clasista. O como aquella otra de de la Vega disfrazada de mozambiqueña, ¿se acuerdan? Por cierto por decir esto se le plantaron a Zaplana las diputadas de PSOE e IU. Decirle esto a de la Vega era “machista”, toma plante. Decírselo a Rajoy es “feminista”, toma… toma… un sanfrancisco y a otra cosa, mariposa.