Palencia es una emoción:

12 febrero 2010

España contra Castilla

Ante lo que sospecho se me puede venir encima empezaré por ponerme las vendas antes de que me lleguen las pedradas: Quien esto escribe es español, se siente español y quiere seguir siendo español. Sin aspirar a igualar, ni a millones de años luz, la pluma unamoniana, debo decir que me duele España y el permanente debate sobre su ser. No sólo después de quinientos años es un debate inconcluso sino que además no parece que llegue su final ni en ésta ni en la siguiente generación.

Y soy español por ser castellano. Me siento orgulloso de ser castellano, de haber nacido y de vivir en tierras de tanta gloria y de tanta Historia. Pero sin embargo Castilla, que renunció a su independencia por concebir esta España, es repetidamente maltratada por su hija. Con Franco y su dictadura los castellanos hubieron de abandonar sus tierras para ir a enriquecer otras más afortunadas: Cataluña, el País Vasco, Suiza, Alemania, Francia se vieron engrandecidas con el sudor y el esfuerzo de millones de españoles, entre ellos tres millones de castellanos que en sucesivas oleadas salieron de sus casas con destinos variados.

En la democracia se cuarteó a Castilla, separándola en cinco regiones imposibles, incapaces e incautas. A la Rioja se la desgajó del resto de Castilla, a pesar de haber sido cuna del idioma castellano; al puerto de Castilla se le dejó ser cabeza de ratón autonómico; a la provincia más grande y más próspera, más avanzada y rica, se le otorgó estatus de región; se inventó una Castilla-La Mancha, imprecisa, inexacta e impuesta; finalmente Martín Villa impuso por cataplines esta Castilla y León desde la que escribo. ¿A quién interesaba esta artificial, antihistórica y antieconómica división? ¿Quién sacaba beneficio? ¿Por qué España, su gobierno, sus Cortes, lo permitió?

Castilla no pinta nada en España, a nadie le importa lo que opinen nuestros cinco gobiernitos, nuestros cinco parlamentitos ni nuestras diecisiete provincias. Insisto: ¿A quién interesa esta artificial, antihistórica y antieconómica división? ¿Quién saca beneficio?

Dice Patxi López que “España no es un Estado uniforme”. Y se regodea en ello porque el Parlamento español, con el voto de los diputados socialistas castellanos, ha blindado las normas fiscales vascas. De nuevo España premiando a sus hijos más prósperos, y también más díscolos (¿será casualidad?), y castigando a sus ciudadanos más empobrecidos y… más fieles (¿será casualidad?).

El Parlamento Español ha perpetuado la injusticia, los españoles no somos iguales ante las leyes, al menos ante las leyes fiscales vascas, y los diputados que lo han votado, entre ellos varias decenas de socialistas castellanos, sacan pecho como héroes. Euskadi cuenta con unas armas fiscales, ahora blindadas, con las que no contamos sus vecinos. A eso se llama jugar con ventaja, a eso se llama engaño, a eso se llama impedir la libre competencia, a eso se llama favorecer al fuerte, a eso se llama trampa, marrullería, injusticia. A eso se llama ofensa, insulto, mofa, burla y corte de mangas.

¿Quién va a invertir un euro en creación de empresas, en creación de riqueza, en creación de empleo, en futuro y en prosperidad a este lado del Ebro, donde rigen las normas fiscales “españolas”, comunes para los mortales, si al otro lado de la “muga” disponen de normas fiscales propias, exclusivas y ventajistas a las que los demás ¿españoles? no tenemos derecho porque no somos vascos, no disponemos de su autonomía financiera y no podemos primar como nos venga en gana a los empresarios que deseen instalarse entre nosotros?

Y a esta injusticia, a este dislate, a este engaño manifiesto, a esta trampa legal, a este juego de tahúres ventajistas Patxi López lo llama… ¿cómo lo llama el lehendakari López? En Castilla se llama de nuevo abandono, pobreza, desindustrialización... ¿emigración otra vez?

4 comentarios:

César Benito dijo...

No lo has podido expresar mejor Pedro. Pero o el mensaje no llega o la gente prefiere la ignorancia.

arambol dijo...

Hay que romper con España ya. No tiene sentido seguir inmolándonos por un Estado que nos lleva a la extinción y sólo nos quiere para arrebatarnos nuestra población y a cambio instalarnos vertederos.

El soberanismo, la última oportunidad para Castilla.

España nunca ha sido una nación, Castilla sí. Recuperémosla.

Pedro de Hoyos dijo...

César, te equivocas, por ese camino no vamos a ninguna parte. Cualquier político debe conocer la realidad que le rodea y tenerla en cuenta. Sin hacerlo no la podrá trasformar. La realidad sociológica de Castilla es la que es. Hay que luchar contra molinos, no contra gigantes. Tampoco se pueden construir castillos en el aire.

Hernandodesoto dijo...

Arambol "una madre prefiere morirse que contribuir a matar a su hija" (de eso ya se encargan algunos vascos o catalanes y la chusma inculta de nuestros políticos)

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