Estamos de enhorabuena, las dos hijas de mi vecina, con casi veinte años a cuestas la mayor, llevan ya un año sin ir al abortólogo, ¡¡un año sin abortar!!
Y todo gracias a la píldora postcoital, qué descubrimiento socialista, qué celebración progresista, qué alivio para España. Mis dos vecinas llevan ahora con más dignidad su imposibilidad de encontrar trabajo a pesar de su juventud y su formación, ahora arrostran con mayor alegría el hecho de que sus padres hayan tenido que cerrar el pequeño negocio del que llevaban viviendo desde que se casaron hace veinte años.
Desde hace un año las dos nenas salen cada mañana con una sonrisa en el rostro, con ojos iluminados de satisfacción, las colas de chavaletes que las esperan en la acera de enfrente no ha hecho más que crecer. Con la píldora abortiva ya no tienen problemas, qué importa la falta de educación y cultura, qué importa el paro, qué importa la carencia de futuro, qué importa la pérdida de derechos laborales y sociales, si ahora todos ellos pueden echar a diario todos los polvetes que quieran. ¿Que se acuerdan del paro? ¡Polvete! ¿Que se aburren? ¡Polvete¡ ¿Que no hay nada en la tele? ¡Polvete! ¿Que papá les cansa con su cara deprimida? ¡Polvete! ¿Que no les baja la regla? ¡Polvete!
¿Tiene usted algún problema? ¡Polvete! Viva el partido sexualista obrero español.
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