España no volverá a ser la misma el día que la deje en paz Zapatero. Cuando el responsable de la imprevisión económica actual quite sus manos de la piel de España habrán de pasar muchos años antes de que todo vuelva a la normalidad, antes de que recuperemos el pulso, la iniciativa y el ritmo emprendedor de la sociedad. El daño que la sonrisa sin sentido de Zapatero causa en España tardará en pasar; en las escuelas de Economía será estudiada su frase “El próximo semestre empezará la recuperación” y en las de Ciencia política, su falta de reacción ante la persistencia de la crisis en que nos hemos sumergido mientras él se limitaba a negar la evidencia.
Pero no sólo a España causa daño el augusto césar de León. Está dejando al PSOE como un sembrado tras el paso de los jabalíes, tampoco lo reconocerá nadie tras su marcha, ya los más avispados que quedan entre los escombros del partido renuncian a él e incluso a la imagen publicitaria. Jamás nadie causó tanto perjuicio mientras sonreía no se sabe a qué, no se sabe por qué, no se sabe de qué. Zapa se limita a dejarse morir lentamente, arrastrándonos a todos los ciudadanos y a sus propios conmilitones, ése es su delito político. El PSOE es tan fuerte, a pesar de estos últimos tres años, está tan imbricado en la sociedad que no fallecerá a pesar de los esfuerzos de su líder y le sobrevivirá. Zapatero es fugaz, el PSOE es definitivo... si sabe desembarazarse de la cultura zapateril, lo que incluye mandar a los infiernos de la política a gentes como Pajín, Chaves y otros apoyos de bajo perfil cultural, intelectual y político. En nombre de los débiles y de los parias Zapa se ha rodeado de estrambóticos personajes, en vez de defender a los parias ha defendido lo estrafalario. Zerolo, Pajín y Aído son la prueba al tiempo que la causa de la decadencia.
Zapatero ha querido rodearse de personajillos inanes, sin currículo ni preparación, pero que daban bien para mantener una fachada ideológica radical y tercermundista como no queda otra en Occidente. Precisamente esa política tan fuertemente ideológica, marcada por un radicalismo propio de hace cien años y representada por esos personajes bajos y zarrapastrosos, es lo que ha abandonado Zapatero al darse un baño de realidad y comprobar cómo las listas del paro iban alargándose mes a mes, cómo las empresas cerraban unan tras otra y cómo nos ha sumergido en una crisis desconocida por las actuales generaciones. Crisis ha habido más, pero no estaba Zapatero al frente de la economía española. Ese baño de realidad ha llegado tarde, cuando el culo del PSOE huele a pólvora y todos sus líderes se desesperan tratando de salvar los muebles, incluso renegando de su nombre y de sus símbolos y tratando de disimular su coincidencia militante con Zapatero.
No desaparecerá el PSOE pero le espera largo tiempo de destierro y de papel secundario en la política española. Eso a menos que Rajoy hable y diga algo importante, en cuyo caso todavía pueden los socialistas salvar algunos diputados.
2 comentarios:
No creo que sepas el curriculum de nadie para hablar de ellos con tal sorna y buscando su desprestigio. Es muy triste querer tener razón con el insulto.
Mis saludos, colega
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