Palencia es una emoción:

30 noviembre 2011

Que viva España (con perdón)

La que ha armado Bono por querer ser chino. O colombiano. O tal vez argentino. Se le ocurre pedir que un socialista español sea como uno de Portugal o Francia y que pueda gritar Viva España sin que se le frunza el ceño. A mí lo que me gusta de los terroristas de las FARC es que son muy de izquierdas, muy revolucionarios y muy progres pero no se quitan la bandera de su país del brazalete. Ante todo somos colombianos, oiga, aunque asesinemos o secuestremos en nombre de Marx.

Y es que qué cosa hay más natural que expresar el amor por lo propio, la propia familia, la propia tierra, la propia gente. ¿Conocen ustedes algún político estadounidense que no sea capaz de gritar “Iu, es, ei, iu, es, ei, iu, es, ei” hasta reventar? ¿Y algún otro político, sea de Vietnam, de Finlandia, Andorra o las Islas Fidji que disimule, silbe y mire para otro lado a la hora de presumir de su nación?

Los españoles somos gente de otro tipo, nos jode ser españoles. Bueno, a Franco no le jodía ser español sino que lo fueran los que no pensaban como él. Se apropió del sentimiento nacionalista, de la bandera y de la nación. Y a la que te descuidabas te montaba un pollo por reunirte en Munich con unos coleguillas y te llamaba mal español. O pensabas como él o eras mal español y te desterraba hasta que te pudrieras.

A los españoles nos jode ser españoles excepto si hay una competición deportiva por el medio. Ay, si se trata de fútbol. Si hay deporte por el medio se acaban los complejos y nos pasa como a Belén Esteban: Yo por mi España mato, ¡MA -TO! (Esperen, ¿no era por España?), pero si se trata de manifestar orgullo patrio, ah, las cosas cambian. Sacar una bandera española en manifestación es degradación política sólo al alcance de algunos fachas intolerantes, trasnochados y cavernícolas que quieren imponernos a todos su visión de España. Por lo menos. Así que nadie con dos dedos de frente y una mínima responsabilidad ciudadana encabezará jamás una manifestación con la bandera de España. ¡Caca, nene!

Que ya les digo que nos jode ser españoles para las cosas de este tipo. Aquí es más demócrata de toda la vida quien grita “Gora Euskadi” o “Visca Cataluña” que quien cometa la insensatez de gritar “Viva España”. Y eso fue lo que le perdió a Bono en las elecciones que se llevó Zapatero, que Bono además de socialista presume de español, motivo más que suficiente para que el PSC en pleno, encabezado por Pasqual Maragall, lo defenestrara, promocionando al mucho más maleable, adaptable y flexible (interprétenlo en el peor de los sentidos) José Luis. Éste, Zapatero, sólo aceptaba el “patriotismo constitucional” solemne parida de difícil traducción al lenguaje de la calle, ¿Por qué iba a ser anticonstitucional el patriotismo? ¿Y el socialismo, el capitalismo, las normas antisísmicas y el código de la circulación también habían de apellidarse “constitucionales”?

Y menos mal que la ocurrencia de gritar Viva España no ha partido del PP, porque la broma le habría costado el primer rubalcabazo en la frente, aún antes de constituirse Cortes, Gobierno y la asociación de bedeles y traedores de café del palacio de la Moncloa. A mí se me antoja que alguno de éstos uniformados de progres que presumen de que su patria es la Humanidad (joé, nada menos) piensa que creerse español le hace de menos, le hace antisocialista, medio facha o sospechoso de colaborador con las hordas españolizadotas encabezadas hoy por Mariano Matamoros en su corcel blanco a punto de rebanarle la garganta a algún infiel. ¿Se imaginan a algún político gabacho preocupado por tener que gritar Vive la France?

Déjenme acabar diciendo que me he emocionado numerosas veces oyendo La Marsellesa en el Café de Rick, en Casablanca, por la intensidad de la vibrante escena cargada de dramatismo, y he sentido envidia de quienes no tiene estúpidos prejuicios infantiles en cantar su himno o enarbolar su bandera.

Y para finalizar, dirigido a un grupo especial de lectores: Sí, como castellano que soy también me siento español, lo que no me impide pensar que España esquilmó a Castilla, que la sigue perjudicando en beneficio de los nacionalistas plañideros, frentistas y desintegradores, los mismos que no tienen empacho en gritar viscas o goras, porque por lo visto eso es más democrático y está mejor visto que gritar viva. Manda cojones. 

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