Palencia es una emoción:

08 abril 2012

Julia Otero, ¿un topo del PSOE?


Estoy convencido de que no seremos un país moderno mientras cada gobierno se dedique a deshacer lo que ha hecho el otro. Sí, siempre habrá reformas necesarias de leyes anteriores, pero nunca construiremos un país si nos dedicamos a derribar lo que ha hecho el anterior. Hay cosas suficientemente graves que deben consensuarse porque deben durar, deben ser estables.

No es de recibo que un gobierno eche abajo la ley del aborto del anterior partido, quien a su vez anuncia que volverá a restituir “su” ley cuando alcance el poder. Y pongamos que me refiero también a leyes económicas, laborales o fiscales. O al funcionamiento de RTVE, por ejemplo. Ha de haber un orden y una estabilidad, levantar y echar abajo sucesiva e indefinidamente determinadas leyes no marca un buen camino.

A Julia Otero le acaba de dar un programa en TVE la cúpula dirigente que todavía pervive desde el gobierno socialista, muchos son los que desde la prensa acucian a los populares a realizar unos cambios que no son fáciles de llevar a cabo según los acuerdos existentes. Puestas las cosas así ha llegado la contratación de Julia Otero y el consiguiente cabreo del PP que verá duramente criticada su actuación en un medio que lejos de haber sido nunca neutral o “de todos” siempre se ha distinguido por ser portavoz del grupo mayoritario en las Cortes.

Julia Otero es ahora mismo un verso suelto en Onda Cero y lleva sus posiciones progresistas, a veces extremadas y siempre discordantes con las de la emisora, cada tarde a un grupo numeroso de oyentes. En la emisora, que no suelo escuchar a esas horas, desempeña un papel diferente al de los otros programas cubriendo así un grupo de anunciantes y clientes que los demás presentadores dejan de lado. Es una manera de encender una vela a Dios y otra al diablo por parte de la familia dueña de la emisora.

Y es que en España da miedo defender de plano posiciones conservadoras, arrastramos demasiados complejos y casi nadie quiere definirse de derechas. “Nene, caca” deben decirse miles de votantes cuando se descubren a sí mismos defendiendo posiciones conservadoras. “Facha, franquista” se autocalifican muchos ciudadanos cuando se miran para afeitarse… (o ciudadanas para maquillarse, señoras Aido y Pajín, calma) asustándose de que su vecino o su compañero de trabajo le descubra en semejantes malos pensamientos. “Antes, maricón, que es más aceptable socialmente”.

Quizá en la televisión pública llegue a desempeñar una posición semejante y en unos meses veamos a presentadores conservadores bailando el agua al PP. Es lo que tiene que cada poco tiempo cambie el gobierno, que han de cambiar todas las estructuras del Estado, incluso aquellas que para bien de todos deberían ser consensuadas e inalterables.

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