Dice Artur Mas que España es un
desastre, que no tiene más remedio que pedir el rescate aunque no quiera, que
somos la vergüenza de Europa y que es el mejor momento para salir corriendo. Detrás
de sus burlonas palabras se esconde el menosprecio y el complejo de
superioridad que tienen siempre los catalanistas, pero en el fondo tiene razón:
España es un desastre del que yo también quisiera huir. Alguien tiene que recoger
la basura.
Nos hemos hundido en la miseria
económica después de muchos años de miseria moral. Lo uno trae lo otro, cuando
a un país no le importa la educación de sus hijos, cuando se ha invertido una millonada
año tras año en Educación y los resultados nos llevan a ser el culo del mundo, excepto
en abandono escolar precoz, se llega al punto de que parte de la juventud considere
el botellón como un hecho normal, no criticable y propio de los derechos
inalienables del fin de semana juvenil. Y de ahí a la decrepitud no hay más que
un leve lapso de tiempo que les lleve a la madurez y a tomar las riendas de la
sociedad en empresas, familias y gobiernos.
Nos hemos hundido en la miseria
económica después de muchos años de miseria moral. Lo uno trae lo otro, cuando
un país destruye con rapidez su sistema de valores sin sustituirlo por otro
mejor, dejando en blanco el casillero de la nobleza en el corazón humano,
ocurre que el dinero pasa a ser el valor social más importante, de modo que buena
parte de los que tienen la posibilidad política se llenan los bolsillos de manera
inmoral, ilegal y abusiva.
Y cuando todo esto ocurre llega
también la debacle política, siempre a perro flaco todo fueron pulgas. Y Artur
Mas ha sido un hábil y sagaz político que sabe sacar partido de las miserias
ajenas, poniendo a España en un brete para obtener beneficio egoísta y
partidista. Tiene razón al hablar de la decadencia española y para sus planes ha
sabido escoger el momento más adecuado, el momento que los nacionalistas
llevaban años esperando.
No voy a entretenerme en cómo la
desunión de los no nacionalistas le favorece; no voy a entrar en la crítica a
la derecha que habló catalán en la intimidad cuando le convino; no voy a entrar
a criticar a una izquierda torpe y de mirada corta; no voy a criticar que nadie
con suficiente poder en los medios y en la política demuestre que detrás de
estos propósitos secesionistas se esconda su incapacidad para gobernar, la
corrupción de sus aliados y los recortes que en Educación y Sanidad aplica a
sus subordinados.
Pero sí quiero que alguien recoja
la basura de España, esa basura a la que tan certeramente alude el presidente
catalanista. Alguien tiene que solucionar todos los desaguisados acumulados,
retirar los cascos rotos y empezar desde abajo. No sé cómo, pero hay que
rehacer el sistema, recomponer la Democracia y juzgar a tanto forajido que ha
propiciado, a veces contando con el aviso de sus propios compañeros de partido,
esta calamidad colosal que se llama España. Y ha de ser con nuevos mimbres, con
nuevos protagonistas, no pueden encargarse de rehacer España aquellos que la
han deshecho. Los de ahora deben ser juzgados, quizá unos condenados, otros
simplemente apartados, sea por su ineptitud o por su maldad.
Pero la etapa que debería abrirse
debería ser de renovación no se pueden hacer edificios nuevos con ladrillos
usados, viejos y de poca calidad.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Artur Mas: "España está débil, contra las cuerdas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario