Palencia es una emoción:

29 septiembre 2013

El uso de nuestro huso

Créanme que no quiero que nos cambien de al huso británico, no sé si servirá de algo dados los usos y costumbres españoles… que será una de las primeras cosas que debamos cambiar. Sin cambiar nuestros usos lo del huso servirá de poco.

Miren, estoy orgulloso de ser español, tan orgulloso como un francés de ser francés, un congoleño de ser congoleño o un danés de ser danés, con la diferencia de que a ellos no les llaman fachas por decirlo. Pero ese orgullo no me impide reconocer algunos de los graves defectos que tenemos como pueblo… y si hablamos exclusivamente de esto de los horarios tenemos muuuucho que mejorar, mucho que aprender y mucho que bajar la cabeza.

Sí, es nuestro sistema de vida y nos encanta… Eso es lo que hemos de decidir, qué queremos, qué preferimos. Si nos gusta acostarnos con la noche muy avanzada, salir a cenar con los amigos hasta las tantas y ver nuestras calles animadas hasta el amanecer o si preferimos salir antes, cenar antes y acostarnos antes para levantarnos antes… cuestión de gustos, the spanish way of life, oiga. Sin embargo tago la impresión de que últimamente la vida nos lleva por otros derroteros, es cuestión de trabajo, de eficacia laboral y también de salud; hay cosas imposibles de compatibilizar.

Algún día, muy lejano aún, nos daremos cuenta de que no se puede parar la actividad empresarial, comercial y productiva de una y media a cinco para reanudarla hasta las ocho;  pausas tan grandes son improductivas, ilógicas e innecesarias. Sería conveniente reducirlas para agrandar la pausa de fin de la tarde, la que nos permitiría vivir más en familia, educar a los hijos y preparar adecuadamente el descanso del día siguiente

Que los españoles tenemos mucho que cambiar es algo obvio cuando se ve la programación de las televisiones, nuestros telediarios empiezan más tarde que en cualquier país, nuestras televisiones nos arrastran empecinadamente hasta más allá de la medianoche mostrándonos cuanto de barriobajero hay en nosotros. ¡¡Y nos encanta!! Sin la colaboración de las empresas televisivas no hay nada que hacer en cuanto a horarios. Alargamos nuestras veladas, nuestras sobremesas y nuestras sobreteles… El resultado es que estamos desfasados, no producimos y disfrutamos de un pertinaz insomnio.


¿Cuántas generaciones costará este cambio? Por cierto, lo del cambio de huso no servirá para nada si no cambiamos nuestros usos y costumbres. Queramos o no, Berlusconi y Lara tienen más que decir que todas las subcomisiones del Congreso… This is Spain, oiga

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