Dado lo que tengo pensado
escribir, déjenme empezar afirmando que de rojo peligroso tengo lo mismo que
Zapatero de solucionador de crisis: nada. Personalmente tengo la peor impresión
personal de este expresidente, pues se negó a ver la crisis durante varios
años, no hizo nada por variar el monolítico sistema de desarrollo español,
dejando que el capital se empecinara en construir más y más casas sin encontrar
alternativas durante sus dos mandatos. Cuando a su terquedad no le quedó más
remedio que reconocer la irremediable situación en la que se encontraba España
se inventó unos brotes verdes que nadie más que él y sus tercos asesores veían.
Para terminar, lejos de hacer caso a quienes desde el propio PSOE le llamaban
la atención (Miguel Ángel Fernández Ordóñez o Joaquín Almunia), prefirió
torpemente seguir las consignas sectarias que le dictaban los sectarios
sindicatos y los más radicales de los suyos. Así estamos hoy.
Sin embargo, no crean ustedes que
encuentro algo defendible en la tarea de Mariano Rajoy. Lejos de recortar los
gastos innecesarios de la Administración del Estado (11 millones de euros se
llevan cada año, por ejemplo, los grupos parlamentarios andaluces) sus
soluciones pasan por reducir los derechos de trabajadores, empleados, jubilados
y dependientes. Y la señora Merkel, tan contenta, claro.
La solución fácil es congelar, de
facto al menos, las pensiones. Congelar los sueldos de funcionarios, eliminar
maestros, médicos, cerrar centros de urgencias o quirófanos... Ser jefe de
gobierno debe ser de lo más fácil, puedes cometer cualquier fechoría sin ningún
temor pues enseguida te permitirás el lujazo de justificarlo en nombre de los
obreros, de las clases medias o de la recuperación, explicándolo con cualquier
perífrasis grandilocuente. Para ese viaje no necesitábamos las alforjas de las
elecciones, de los programas políticos ni de las ideologías. Toooodo se hace en
nombre del pueblo y ya está.
El caso es que las carreteras se
van a quedar sin arreglar, los colegios sin maestros y los hospitales sin
guantes quirúrgicos ...y sin quirófanos a poco que las cosas se compliquen.
Gobernar así es de una caradura impresionante, encontrando soluciones solamente
en los sueldos de los obreros, de los trabajadores, ahogando el comercio al
negar el sueldo a los empleados públicos, cerrando empresas al cerrar las obras
públicas.
Hay seis millones de españoles
sin trabajo, hay miles de compatriotas que deben salir a trabajar a Alemania,
Brasil, Chile o cualquier otro país emergente y hay miles de familias que no
pueden comprar los libros de texto de sus hijos, pero las soluciones son
siempre a costa de los derechos laborales, económicos o sociales de las gentes
que forman el pueblo. No hemos visto todavía ni una medida osada, "con un
par", para recortar los gastos de funcionamiento del Estado, sólo vemos
corrupción y archivo de causas judiciales por este motivo....
Gobernar así es fácil, basta
recortar derechos, sueldos, inversiones en Sanidad, en investigación
científica, en Educación. En pensiones, en derechos. Gobernar así no supone
ningún quebradero de cabeza, no supone esfuerzo, no supone mérito. Gobernar así
lo hace el más tonto de cada pueblo. Lo están haciendo desde hace diez años por
lo menos. Pero ...¿quién es más tonto, el que obra así o los que le han
elegido? País...
No hay comentarios:
Publicar un comentario