A veces el lobo se viste de
cordero para hacerse con el rebaño; todo vale a animal tan astuto con tal de
conseguir sus fines. Podemos ha moderado sus feroces ínfulas iniciales y, aun
pagando el precio de la salida de Monedero, se presenta a estas elecciones
regionales con un programa disimulado y muy lejano de sus fuentes ideológicas
del 15M. En las elecciones locales el intento de disimulo es aún mucho mayor y
su quiere encubrir su presencia bajo otros nombres.
Pero el lobo es lobo al fin y al
cabo y su pasión carnívora es a veces más fuerte que su intención de camuflarse
y confundirse con el paisaje. A Pablo Iglesias le ha podido su pasión
devoradora de hombres y se ha confesado ante sus hermanos bolivarianos.
Descarnadamente ha desmenuzado su idea de España. España está tan destrozada
anímica y económicamente por los buhoneros de banco en Suiza y dinero en negro
que no se lo tendrá en cuenta. Pablo Iglesias dice que lo de ETA ha sido
violencia política, otra vez la piel de
cordero sobre el lobo terrorista, y España no se lo va a echar en cara. España está
tan desmoralizada y tan destrozada ideológicamente gracias a los mercachifles
de la puerta giratoria y EREs falsos que no le va a pasar cuenta por semejante
agravio a la inteligencia nacional.
Habría que reinventar una España en
la que ni los que la han arruinado, ni los que han arrasado el honor o la ética
sociales a fuerza de engañarnos año tras año, burlándose toscamente de los trabajadores,
tengan oportunidad repetir sus hazañas. Pero en ningún país honorable,
democrático, con aspiraciones de justicia y de un adecuado equilibrio económico
sucede que sus votantes elijan libre y soberanamente a quien quiere romper la
unidad nacional. Escojan ustedes los países que quieran, de un hemisferio o de
otro, y comprobarán los esfuerzos de los dirigentes y del pueblo por mantener
su integridad territorial, véase el democrático caso de Escocia o el otro, tan
cuestionable por otra parte, de Rusia.
En España una parte de votantes
va a votar a quien considera que lo de ETA fue “violencia política”, a quien considera
que es muy democrático que los catalanes decidan por sí solos ser parte o no de
España, a quien considera que vascos y catalanes tienen derecho a tener sus
propias selecciones nacionales. Esto es España, una sociedad deforme en la que la
memez nos desborda, somos el país de Belén Esteban, Kiko Rivera y otros
monstruos grotescos que también arrasarían en unas elecciones. No en vano somos
el país con partidos cuyas sedes se pagan en dinero negro, el país de los sindicalistas en las mariscadas, el país de las reformas educativas cada
cuatro años, el país de los aeropuertos fantasma. Somos el país en el que los
consejeros de los que destrozan las libertades en Venezuela y dejan sus
supermercados vacíos van a recibir un 16% de votantes.
Todos saben que debajo de la piel
de cordero está el lobo y no parece importar.
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