Palencia es una emoción:

03 noviembre 2011

La noria, “El Cuco” y la publicidad


Tres importantes empresas han retirado su publicidad de La Noria, esa basura envuelta en luces, focos y micrófonos que Telecinco vende cada semana a cierta parte de la ¿sociedad? Española, no precisamente la más culta, moral o edificante. Si la basura tiene una casa, ésa es Telecinco, y si tiene un cuarto de estar, ése es La Noria. Todo cuanto de inhumano hay en nosotros, todo cuanto de zafio, rastrero o sanchopancesco cabe en una persona se muestra semanalmente en la Noria. No me atrevo a decir que ese programa sea la esencia de la basura, que sea la merde de la merde, pero sin duda se acerca cada semana más. Quienes vivan cerca de Telecinco sabrán lo que es vivir en un estercolero. El gran problema es sobre todo de los que lo ven reiterada y deleitosamente, allá ellos y la neurona que les quede sana.

El caso es que la asistencia de la madre de El Cuco a… a… a “eso” parece haber provocado la reacción desesperada de Puleva, Campofrío y Bayer, que han retirado su publicidad de dicho ¿programa? de televisión (Esperen, ¿eso es televisión?) dado el escándalo que sobre todo el la red se ha montado.

Estas marcas se publicitan habitualmente en La Noria, mantienen con su apoyo económico toda la escoria inhumana que vierten allí quienes acuden a insultar, a dar voces y a ofender la más elemental sensibilidad humana. Son sepulcros blanqueados, estrafalarios fariseos de cuello duro y corbata que han mantenido los ingresos de esa cadena constantemente, apoyando con sus anuncios la producción de carroña cultural, cuyo récord universal está sin duda en poder de Telecinco. ¿Es que antes de la madre de “El Cuco” no existían las mismas profundas razones por las que alejarse de dicha basura? ¿Es la primera vez que los directivos de estas empresas son conscientes de que publicitándose en dicho ¿programa? apoyaban sin ambages la telebasura? ¿A qué viene ahora ese ejercicio de cinismo, ese mesarse los cabellos, ese rechinar de dientes? ¿A que los hemos pillado? ¿Es que el currículum de presentador y programa no hacía previsible algo como lo ocurrido? Estas empresas ha pretendido  lucrarse del programa a base de publicitarse en él sin que les importara lo más mínimo la catadura moral del tal Jordi González ni los contenidos despreciables que vomitaba su programa, pero de pronto descubren lo malo malísimo que es, se escandalizan como novatas ursulinas y preguntan como Steve Urkell: “¿He sido yo?” Con ellos la repugnancia asciende a sus cumbres más elevadas, la telebasura les sirve para todo.

1 comentario:

Jose Luis Alonso dijo...

Comparto totalmente el fondo de indignación que expresas sobre los contenidos de este tipo de programas, pero me temo que desconoces totalmente como funciona el mundo de la publicidad.
Es normal, no es una crítica,no es facil saber desentrañar la complejidad de agentes que operan en los mercado publicitarios, no solo consecutivamente sino en operaciones en paralelo.

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