No sé si el lector que se ha
alegrado de la derrota de Artur Mas es consciente de que el Parlamento catalán
tiene una amplia mayoría separatista. Soy de los convencidos de que en una
generación Cataluña podría ser independiente, lo que sería un alivio para
muchos españoles.
A Cataluña se marcharon miles de
castellanos para producir riqueza, pagar impuestos y desarrollar aquella
región, puesto que nadie les daba medios para desarrollar la nuestra. ¿Un
ejemplo? Todas las fábricas textiles que desaparecieron en Palencia y surgieron
como setas en Cataluña. ¿Otro más reciente? Galletas Fontaneda, obviamente.
España se va a derretir para
intentar mantener a Cataluña y al País Vasco en su seno. Con la excusa de
"Toíto te lo consiento menos faltarle a mi mare" Artur Mas se va a
salir con la suya, un ventajoso "konzierto ekonomiko" como el vasco,
ese privilegio medieval que sangra a los españoles pobres para mantener a los
ricos.
Y ello será con el voto de los
parlamentarios palentinos que en las Cortes apretarán el botón que les mande su
jefe de filas, sin importar lo que signifique para su tierra y para nosotros,
sus paisanos y supuestamente defendidos. Las órdenes de Ferraz (Federalismo
asimétrico) o Génova (Automonismo diferenciado) serán seguidas a rajatabla por
aquellos que Palencia ha elegido para su defensa, sin que ello pueda frenar la
secesión.
Me produce envidia enfermiza que
los socialistas catalanes sepan oponerse a sus "hermanos" madrileños
cuando lo creen oportuno, ansío que el PP de Castilla y León sepa defender a
sus paisanos como lo hacen los populares catalanes.
Tragaremos, al tiempo, con ese
federalismo o esa autonomía impuesta por los dos partidos para favorecer a
Cataluña. Los castellanos nos hemos
especializado en votar repetidamente a diputados que se encogen de hombros ante
la desaparición de nuestros pueblos, de nuestros ganaderos y de nuestros
agricultores, que quizá tengan también que emigrar a Cataluña, al País Vasco o
a Suiza para tener futuro.
Los nacionalistas catalanes
reclamaban un injusto e insolidario concierto económico como el vasco, ésa era
la meta que buscaban al exigir un referéndum de independencia, y a pesar de la
sonora derrota de Artur Mas lo van a conseguir.
Duele que España discrimine a los
que más españoles se sienten, pero es mucho más mortificante si lo hacen con el
voto y el apoyo de quienes que tienen por encargo salir en nuestra defensa.
Dejémoslo en cabritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario