Conste, lector, que hoy vengo con
muchas ganas de provocar. El caso es que estoy convencido de que tarde o
temprano todos seremos moros o chinos. Nosotros no, nuestros hijos lo serán si
nadie lo remedia. Allá ellos.
Tan preocupados como estamos, con
absoluta justicia, por la crisis económica no nos damos cuenta de otros
problemas que nos rodean. Que somos pocos y viejos es sólo uno de ellos, no es
sin duda el más apremiante pero no deja de ser una bomba de relojería en
nuestro bajo vientre.
Durante un tiempo creímos que los
hijos de los inmigrantes pagarían nuestras pensiones, pero ahora que están
emprendiendo el viaje de regreso con el fruto de su trabajo en sus bancos
volvemos a vernos como estábamos: desnudos de futuro.
Hemos organizado nuestra sociedad
para la inmediata satisfacción de nuestras necesidades y caprichos, sin una
mirada a lo lejos, sin prevenir el futuro, sin buscar la continuidad de un bien
social duradero. No me refiero a que estemos acabando con las fuentes de
materias primas, con nuestros bosques y animales, que también, sino que hablo
de que nuestra cortedad de miras sociales.
El modelo económico está
fracasando y con él el modelo social, educativo y de futuro en general. Tengo
para mí que chinos o musulmanes nos van a comer por los pies; económicamente
unos, trabajando de sol a sol, sin derechos ni libertades, viviendo en
semiesclavitud, destinados a producir más sea como sea, y por la presión de la
natalidad los otros.
La natalidad, ay. Estábamos tan
dedicados a vivir bien, a irnos al Caribe cada verano, a enseñar por la calle
Mayor los últimos modelitos comprados en las tiendas más caras que nos hemos
olvidado de tener hijos. Con lo caro que sale. Y lo que cuesta educar en esta
jodía época.
Lo bueno que le veo al asunto es
que yo no lo voy a ver, que se fastidie el que venga detrás. El problema no es
sólo que en unos pocos años Palencia será una provincia desértica sin que
nuestros representantes -éstos que tanto cobran y tanto se llenan la boca con
nuestro nombre cuando hay elecciones- hayan hecho algo por evitarlo.
Voy más allá: Cuando el sucesor
del sucesor del sucesor de Rajoy se dé cuenta, la re-reconquista árabe de
España ya habrá dado comienzo y nuestra suerte la dirimirán los dirigentes de
esa cosa tan rara que es el comunismo chino y los más exaltados y más
desgreñados de los que estiman que ver el tobillo de una mujer es una
inmoralidad. Ustedes escojan.
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