Palencia es una emoción:

16 noviembre 2012

Zapatero, el primero


Ciertamente razones para ir a la huelga había muchas. Y culpables también. El primero, Zapatero. Le tocó ser presidente en el peor de los momentos económicos y fue incapaz de reconocer su incapacidad, permítanme la intencionada repetición, por no haber aprendido Economía ni en ese par de tardes que le prometió Jordi Sevilla. ¿O somos todos flacos de memoria y se nos olvida cómo y cuándo empezó todo esto?

Recordemos también cómo el fango en que anda España metida empezó con la avaricia de los bancos, cómo nos engañaron para gastar más de lo que teníamos al ofrecernos hipotecas-trampa que dieron origen a esta bola de nieve deudora que aplasta la sociedad y los derechos de los trabajadores.

Tengamos en cuenta, igualmente, que Rajoy está contradiciendo el contrato programa por el que fue votado por varios millones de ciudadanos, a los que falta al respeto cada vez que firma el BOE. Que la ciudadanía tenga en cuenta también cómo en vez de remangarse y reformar un Estado que no funciona, cercenando cargos y amputando instituciones obsoletas, Rajoy apoya las concesiones-jeta de los políticos que se duermen en sus escaños a la espera de que “caiga” el sueldo mensual o las jubilaciones de oro como la que el lehendakari López se ha auto otorgado.

En vez de aportar soluciones el gobierno observa en silencio las indemnizaciones de banqueros corruptos que pagamos todos, especialmente aquellos desahuciados por no devolver una hipoteca que proporcione dinero necesario para dichas indemnizaciones.

Razones había para la huelga. Los derechos en retroceso de trabajadores y jubilados, por ejemplo. Y culpables también. Los sindicatos incluidos. Sindicatos de la silicona y del petardo, cínicos sindicatos de piquetes “informativos”, sindicatos del miedo y de la coacción, sindicatos de dirigentes millonarios, sindicatos de subvenciones pagadas con los impuestos de los trabajadores, sindicatos que apoyaron sin preocuparse aquel despiporre económico de Zapatero -volvemos a Zapatero- en contra de las indicaciones serenas y con perspectiva de otros socialistas como Almunia y Fernández Ordoñez a los que despreciaron y ningunearon. Y no se olvide que nuestros nietos habrán de pagar dicho despiporre sindico-zapateril con recortes de sueldo, derechos y jubilaciones por siempre. No, no nos representan, estos sindicatos tampoco.

Sí, razones y culpables había, por eso hice huelga.

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